La segunda toma de cargo, primera bajo la nueva Constitución del Estado Plurinacional, empieza en la ciudadela precolombina
y apunta a reforzar el proceso de cambio que promueve el gobierno. El viernes jura ante la Asamblea que reemplaza al Congreso.
Carlos Orías B.21.01.2010
Un ritual indígena en las ruinas de la ciudadela precolombina de Tiahuanaco, a 3.885 metros sobre el nivel del mar, dará inicio a los actos de la segunda investidura de Evo Morales como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Bajo las normas de la flamante Constitución del país, las ceremonias culminarán el viernes con la toma de posesión oficial ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), como se llamará en adelante el Congreso.
El presidente asume después de ganar las elecciones de diciembre con el 64% de los votos, un resultado que le garantizó la mayoría en ambas cámaras de la ALP y dejó a la oposición en un rol de espectador, a la espera de recuperar espacios políticos en los comicios regionales de abril.
Como adelantos de la toma de cargo simbólica y de la oficial, ayer fueron conformadas las directivas camarales en la ALP y el gabinete de 20 ministros presentó su renuncia para que Morales los ratifique o anuncie cambios este mismo fin de semana.
Ana María Romero de Campero, una reputada periodista boliviana de 66 años, será la primera mujer en dirigir el Senado. La Cámara de Diputados estará dirigida por Héctor Arce, un constitucionalista de 38 años que fue ministro de Defensa Legal del Estado.
Después de la última reunión del actual Gobierno, ayer, Morales y su gabinete posaron para una foto en las escalinatas del Palacio de Gobierno de La Paz, todos con el puño izquierdo el alto y la mano derecha sobre el corazón, uno de los símbolos del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS). Tras la foto, el presidente reiteró que Bolivia “despidió al Estado colonial”.
“Vivimos un proceso de transformaciones en el Estado y en la sociedad”, opinó el politólogo boliviano Carlos Cordero. “Toda revolución necesita crear símbolos que le permitan legitimarse para avanzar”, explicó, en referencia a que dentro de las tradiciones andinas, la ceremonia de hoy en Tiahuanaco, tendrá innovaciones “propias de una cultura que se tiene que inventar”.
En la ciudadela prehispánica, ubicada a 70 kilómetros de La Paz, una centenaria sacerdotisa aimara acompañará a Morales, que vestirá un traje elaborado en lana de llama, que simboliza la comunicación en el mundo andino, e irá tocado por un “lluku”, gorro cuadrado que representa los cuatro puntos cardinales. La ceremonia será completada por “amautas”, sacerdotes aimaras que harán un ritual purificador con agua y fuego.
Una de las novedades frente a los rituales de 2006 es que Morales recorrerá los cuatro puntos cardinales de la pirámide de Akapana, y en cada uno se detendrá a reflexionar sobre lo bueno y lo malo de su primer mandato y pedirá deseos para su nueva gestión hasta 2015. Después, Morales dirigirá un mensaje a los indígenas del país, desde el templo de Kalasasaya. Es una ceremonia “para el votante y para los antropólogos europeos, que se alegran de ver que en Bolivia lo natural sigue vivo”, matizó Cordero.
A la toma de cargo oficial de Morales y de su vicepresidente, Álvaro García Linera, el viernes en La Paz, asistirán los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa, y de Chile, Michelle Bachelet, además del príncipe español Felipe de Borbón.