1) El poder del capitalismo salvaje y concentrado, pasa hoy por los medios de comunicación masivos. Un canal de televisión es un arma política de mucha mayor incidencia que lo que en otros tiempos era un regimiento. Porque este podía matar cuerpos, pero el espíritu de las ideas y los principios no lo podía liquidar. Por el contrario, un canal de televisión, puede asesinar mentes, espíritus, o como quieras llamarle. Es una máquina de idiotizar.
2) La batalla que tenemos que dar es quitarle al capitalismo salvaje y concentrado, el control absoluto de los medios masivos de comunicación. Para ello hay que democratizar, dándole un espacio mayor a la esfera pública y formando una ciudadanía comunicativa, que hoy no existe. Hoy hay excesiva cantidad de “yonquis de la tele”, es decir ex ciudadanos en proceso de idiotización frente a lo público. Adictos emboludecidos por la máquina mediática que modela consumistas y promueve el egoísmo, el individualismo posesivo y la ignorancia despolitizante. El “yonqui de la tele” es un adicto. Así como hay yonquis de la droga basura y de la comida basura, también los hay de la comunicación social basura.
3) Tenemos que coaligar desde la defensa de la ley de medios audiovisuales y del derecho de suplantar esa ley de la dictadura que fue el producto del acuerdo de los milicos con los monopolios mediáticos. No es el gobierno contra Clarín, como se lo quiere presentar. Pero aún así ¿quién es Clarín o cualquier grupo de medios para ser más que los gobiernos, y por qué?
4) De un lado está la “partidocracia liberal”, la mesa de enlace, los medios monopólicos, la jerarquía católica, el antipopulismo y el antiizquierdismo, y la Argentina proyanqui. Con ser muchos, no son mayoría.
5) Por la nueva ley de medios está lo sustancial del centroizquierda y la izquierda. Con diferencias y proximidades, están el kirchneroperonismo, el progresismo kirchnerista no peronista, el progreperonismo, el solanismo, el PC, la CTA, la CGT, los frentes centroizquierdistas provinciales, el de Sabatella en Buenos Aires, el de Heller en la Capital, el de la Concertación de Izquierda Popular en San Juan, y otros, diseminados a lo largo y a lo ancho del país.
6) Aunque muchos no se animan a decirlo, el camino que abre la nueva ley de medios audiovisuales, es un tramo importante en la trayectoria de una verdadera revolución democrática pacífica e institucional de la Argentina.