Lula Da Silva definió este sábado como prioritario lograr en octubre la victoria de su ministra de la Casa Civil, a quien proclamó candidata del PT en el congreso que se realizó desde el jueves en Brasilia, informaron las agencias Ansa y Estado.
Si Rousseff gana las elecciones del 3 de septiembre será la primera mujer que alcanza la presidencia de Brasil, pero para ello deberá remontar la desventaja que las encuestas todavÃa dan al candidato del opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y gobernador del estado de San Pablo, Jose Serra.
El presidente pidió "elegir a Dilma", y advirtió que "ella no es la candidata de Lula, ni una candidata tapón que permanecerá sólo cuatro años en el poder", en una reiteración sobre que no planea volver a postularse en 2014.
"A rey muerto, rey puesto" resumió Lula al presentar la candidatura de Rousseff, durante un discurso ante el plenario del cuarto Congreso del PT, que fue llamado "el más grande de nuestra historia de 30 años".
Al hablar ante los más de 1.200 delegados del PT, Rousseff dijo que recibirá la "herencia bendita" del gobierno de Lula Da Silva, y prometió "avanzar con seguridad y rapidez" en polÃticas sociales y de distribución de renta, como también profundizar el "compromiso social".
Lula elogió la gestión de la candidata y ministra en la coordinación del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que destinó, dijo, cerca de 600 mil millones de dólares, de origen público y privado, para grandes obras.
El presidente, quien atraviesa su octavo año de gobierno y cuenta con un nivel de popularidad del 80 por ciento, comentó a sus allegados que espera transferir a la candidata parte de su aprobación.
Este Cuarto Congreso del partido gobernante permitió en las últimas dos jornadas avanzar en las lÃneas principales de la plataforma de gobierno y de la estrategia de campaña de Rouseff, al tiempo que se planteó la continuidad de la alianza electoral con el PMDB, también representado en el encuentro.
"Oleee, Oleee, Olaaa, Dilmaaa, Dilmaaa", corearon delegados y militantes reunidos desde el jueves en el cuarto congreso, realizado en el Centro Ulysses Guimaraes de Brasilia, según las crónicas periodÃsticas.
"Voy a dar continuidad a la obra de mi lÃder, el presidente Lula", exclamó Rousseff al hablar ante el plenario, y defendió un modelo de desarrollo que incluye "la explotación soberana del petróleo".
Rousseff dijo que recibirá la "herencia bendita", y prometió "avanzar con seguridad y rapidez" en polÃticas sociales y de distribución de renta, y profundizar el "compromiso social" con la ampliación de la Bolsa Familia, programa que abarca a unos 45 millones de pobres. "Será el tercer momento de un proyecto, vamos a aplicar el verdadero desarrollo nacional", anunció en su discurso.
Para la candidata petista, la prioridad diplomática de su eventual gobierno será "América del Sur y los paÃses vecinos", en el contexto de una polÃtica de "solidaridad con las naciones pobres". La ministra prometió además "estrechar lazos Sur-Sur, sin olvidar relaciones con los paÃses desarrollados".
La considerada "dama de hierro" del gobierno de Lula, dijo que "el equilibrio macroeconómico y la reducción de la vulnerabilidad externa fueron marcas de la polÃtica económica del gobierno de Lula", en un mensaje de confianza ante quienes anticipan un perfil orientado hacia un mayor estatismo.
No obstante, destacó que en Brasil el desastre financiero mundial "no fue mayor como en otros paÃses porque los brasileños resistieron y consiguieron impedir la privatización parcial o integral de Petrobras, del Banco de Brasil y de la Caixa Económica".
Rousseff también recordó los años de la dictadura militar en el paÃs, en la que actuó en la lucha armada, y resaltó que el gobierno de Lula promovió el fortalecimiento de la democracia.
Con miras a la alianza con el poderoso PMDB, la jefa de la Casa Civil destacó la presencia de los lÃderes de partido aliado del PT en el lanzamiento de su candidatura, y defendió que Brasil sea gobernado por una coalición de partidos