En la última sesión del año el Consejo Superior trató el problema de la carrera de “Historia” que otorga el título de “Licenciado en Historia”, plan de estudios 1992. Este problema afectó principalmente a 273 alumnos que ingresaron a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes entre los años 2003 y 2005.
En la sesión quedó absolutamente claro: 1) Que a partir del año 2003 las autoridades de la FFHA no permitieron la inscripción de alumnos en las materias de esa carrera. 2) Que en los años 2008 y 2009, como consecuencia de la intervención del Consejo Superior, se habilitó la inscripción. 3) Que en estos dos últimos años las autoridades de la FFHA no dejaron cursar a los alumnos inscriptos, sólo les permitieron rendir en condición de alumnos libres. 4) Que los responsables principales de esta estafa son el Lic. Paolo Valerio Pietro LANDINI (Decano de la FFHA desde el año 2005 hasta la actualidad), la Mag. Graciela Yolanda GÓMEZ (Directora del Departamento de Historia en el periodo 2002-2005, Secretaria Académica de la FFHA en el periodo 2005-2009) y el Mag. Jorge Ismael MERCADO (Subdirector del Departamento de Historia en el periodo 2002-2005 y Director del Departamento de Historia desde el 2005 hasta la actualidad). 5) Que los alumnos no pudieron cursar regularmente la carrera porque LANDINI, GÓMEZ Y MERCADO contradijeron reiteradamente resoluciones y ordenanzas del Consejo Superior y disposiciones del Estatuto Universitario.
¿POR QUÉ NO NOS DEJAN CURSAR?
La pregunta fue formulada por alumnos de la carrera de Historia en una nota dirigida al Consejo Directivo de la FFHA en septiembre de 2008. La respuesta: “capricho” y/o ineptitud de LANDINI, GÓMEZ y MERCADO. Donde “capricho” debe entenderse como “disciplinar a quienes cuestionen las arbitrariedades de la autoridad”, en este caso, a los cinco alumnos que a partir del año 2005 reclamaron por sus derechos.
IMPUNIDAD
El Rector “no entendió” o “no quiso entender” la incoherencia de las conclusiones del Informe que resultó de la Instrucción Sumarial solicitada en el año 2007 por el Consejo Superior y rechazó mi pedido de reapertura del Sumario (1), aceptando su resultado: “Ningún agente sometido al Régimen Jurídico de la Función Pública, incurrió en irregularidad o incumplimiento en el desempeño de sus funciones, no resulta procedente aplicar sanción disciplinaria”.
En sintonía con el Rector, el Consejo Superior desestimó mi solicitud de tomar las medidas que corresponden ante el probado desacato al orden institucional por parte del decano LANDINI (2) y decidió resignar la atribución que le confiere el Estatuto Universitario: “Intervenir las Facultades a requerimiento de sus autoridades o por hallarse subvertidos los principios de la ley universitaria o del presente estatuto”.
Ni el Rector ni el Consejo Superior aplicarán medida disciplinaria alguna. El Rector y el Consejo Superior consagraron nuevamente la impunidad en la Universidad Nacional de San Juan.
UN PROBLEMA SIN SOLUCIÓN
De los alumnos involucrados, sólo doce se inscribieron en el 2008 cuando se habilitó la inscripción. Como no se les permitió cursar, en el año 2009 sólo se inscribieron ocho. Aún no se recibió ninguno. Es claro que el problema no tiene solución: el tiempo perdido por los alumnos es irrecuperable.
No obstante, el Consejo Superior aprobó una moción que pretende solucionar el problema sin solución (3). No es necesario hacer un análisis demasiado profundo de la moción para comprender que ésta constituye una burla a los alumnos perjudicados y que implica nuevas transgresiones a las normas vigentes. Con su aprobación el Consejo Superior no sólo convalida el “capricho” y/o la ineptitud de un decano, sino que además asume su propia incompetencia al expresar que: “este problema es interno de la Facultad”.
EN LA UNIVERSIDAD DESEADA
En las tres elecciones en que fue elegido rector, el Dr. KUCHEN usó el mismo slogan “LA UNIVERSIDAD DESEADA”. Estoy seguro de que ésta no es LA UNIVERSIDAD DESEADA para los alumnos que perdieron años de estudio ni para los que decidieron abandonar la carrera. Una universidad nacional donde no se permite inscribir y/o cursar a los alumnos y donde los responsables no son sancionados, es sin lugar a duda LA UNIVERSIDAD DESEADA para los detractores de la educación pública.
Esta estafa que se concretó en LA UNIVERSIDAD DESEADA, no hubiera ocurrido en una universidad seria. Esto sólo pudo ocurrir en una universidad donde el rector se hace el distraído para “evitar conflictos”. Esto sólo puede ocurrir en una universidad donde los miembros de los cuerpos colegiados, salvo honrosas excepciones, privilegian los “compromisos políticos” por sobre lo “académico-institucional”. Esto sólo puede ocurrir en una universidad donde gran parte de la comunidad universitaria es indiferente a estos graves problemas académicos.
En la Universidad Deseada estafaron a los alumnos de Historia.
Creí en la propuesta académica y ética del Dr. KUCHEN. Yo también fui estafado.
San Juan, 28 de diciembre de 2009
Lic. Oscar RIVEROS
Consejero Superior
Universidad Nacional de San Juan