La controladora de Aguas Andinas iniciará a fin de año el trámite ambiental para una iniciativa por US$ 285 millones en Atacama, que podría procesar mil litros por segundo.
Ya es una tendencia. La semana pasada una filial de CAP ingresó a evaluación ambiental un proyecto que busca construir una planta desalinizadora en la Región de Atacama. Y ahora se sumaría un nuevo actor al mercado del tratamiento de agua de mar de la Tercera Región.
A fines de 2009, la empresa Aguas de Barcelona (Agbar) Chile, filial de la controladora de Aguas Andinas, presentará ante la Corema de Atacama una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el desarrollo de una planta desalinizadora.
En total, la empresa pretende invertir US$ 285,2 millones en una unidad que podrá procesar un caudal de mil litros por segundo.
Salvador Villarino, gerente general de la firma, explica que esta inversión responde a que en la Región hay una necesidad de 600 litros de agua por segundo. Agrega que construirán la planta con un grado de holgura para que su capacidad esté acorde con los desarrollos que tiene la propia ciudad de Copiapó y los proyectos mineros de la zona.
Villarino indica que la oportunidad de entrar en el negocio de la desalinización surge porque las mineras están tratando de buscar fuentes distintas a los acuíferos para el abastecimiento de sus procesos. "La cantidad de derechos de agua que están inscritos versus la cantidad que se ocupa, en la Tercera Región, es de 12%. Pero se constituyeron más derechos de los que realmente existen; por lo tanto, si las empresas mineras empiezan a ejecutar sus derechos, se les va a generar un problema en los acuíferos", señala para graficar que la escasez podría incrementarse.
-¿Han tenido conversaciones con las mineras?
"Lo que hemos visto en la Tercera Región es que para hacer un proyecto inteligente, la gracia es incorporar a varias mineras que tienen la necesidad (de agua) y hay un punto común donde se puede abastecer a todas, que es Tierra Amarilla. La idea es desalinizar el agua en la costa y llevarla hasta ese punto, desde donde se abastecería a cuatro mineras".
-Hay varios proyectos de desalinización en la zona. ¿Es viable construirlos todos?
"Se podrían construir todos, pero sería una torpeza. La gracia es aunar esfuerzos y apelar a las economías de escala".
-¿Estarían dispuestos a negociar con alguna otra empresa?
"Sin problema, siempre y cuando la operación quede en manos nuestras, porque tenemos la certeza de que lo podemos hacer bien. Agbar en el mundo tiene más de 30 plantas, con lo que opera 680 mil metros cúbicos día. Y la joya es la planta de Barcelona, que abastece a 5,4 millones de habitantes".
Iniciativas para transformar agua de mar sumarían cerca de US$4.500 millones
Cerca de US$ 4.500 millones es el monto que se destinaría para la construcción de plantas desalinizadoras entre las regiones de Antofagasta y Atacama, incluyendo la de Agbar.
El mayor proyecto, por US$ 3.500 millones, está en manos de la minera angloaustraliana BHP Billiton y el recurso hídrico extraído serviría para abastecer a la faena de Minera Escondida. La iniciativa obtuvo la aprobación ambiental de la Corema de Antofagasta este año, pero debido a la crisis el proyecto fue "congelado" y se estima que las obras podrían comenzar en 2011.
La empresa presidida por Roberto de Andraca sería otra de las interesadas en entrar al negocio. Hace una semana, CAP ingresó a trámite ambiental en la Corema de Atacama el proyecto Abastecimiento de Agua para la Minería del Valle de Copiapó, con un costo de US$ 248 millones, y que desarrollará la empresa Cleanairtech Sudamérica S.A., filial de la acerera.
El megaproyecto termoeléctrico Castilla, que el multimillonario brasileño Eike Batista impulsa en la Región de Atacama, contaría con una planta desaladora. Del total de US$ 4.400 millones, US$ 100 millones se destinarían a la construcción de la unidad.
Ernesto Tironi, en conjunto con sus socios Silvio Girardi (ex Codelco) y Héctor Guerrero (ex Kvaerner), proyectan desarrollar una planta para tratar agua de mar, y la inversión que destinarían -a través de AguasMin S.A.- bordearía los US$ 350 millones.