El 2007 es recordado como el año en que las paltas, literalmente, se murieron de frío. Las temperaturas más bajas de las últimas cuatro décadas causaron una merma de 29% en la producción respecto de la temporada anterior. Y el daño no llegó sólo a la fruta por cosechar, las heladas afectaron también a las yemas que tendrían que haberse convertido en paltas al año siguiente, lo que causó más pérdidas. Puede que las heladas duren un par de días, pero a un palto le toma alrededor de tres años recuperarse de un evento semejante.
Y si bien es imposible eliminar el factor de riesgo que puede causar el clima en la agricultura, sí se podría amortiguar si se cuenta con información adecuada en el momento justo. Si el agricultor sabe anticipadamente que caerá una helada, tiene opciones para enfrentarla, con pequeñas cantidades de agua por aspersión sobre la planta, por ejemplo, o puede recurrir a ventiladores o calefactores. De otro modo, si la temperatura sube y se hace propicia para la aparición de alguna plaga, podrá aplicar con tiempo la dosis justa de agroquímicos, en el momento apropiado para controlarla.
Entonces, temperatura, humedad, presión atmosférica, pluviometría, velocidad, dirección del viento y la radiación global son datos claves que permiten a los agricultores tomar mejores decisiones. El problema es que esos datos puede que estén, pero aislados y sin procesar no sirven de nada.
Lo anterior llevó a que, en 2007, el Inia y la Dirección Meteorológica aliaran infraestructuras y capacidades con la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF) -formada por empresas exportadoras y productoras de frutas-, y unieran sus redes de estaciones meteorológicas para brindar datos climáticos y servicios de información para apoyar el manejo de frutales y viñas. Inicialmente fueron 80 estaciones, después se sumaron 110 nuevas en 2009, sin contar 11 más que están en reparación, pero próximas a usarse. Esto lleva a tener hoy cubierto el 78% de la superficie con huertos frutícolas del país.
Tal envergadura del Sistema Agroclimático pone a Chile a la vanguardia en este tipo de sistemas de información.
"Si sumamos las redes que aún están en reparación, podríamos llegar a más de 90% de la superficie frutícola nacional. No existe un sistema así en Latinoamérica y sólo hay cinco a nivel mundial", señala Leopoldo Sánchez, director nacional de Inia.
La información es ganancia
Y la asociación de Inia, FDF y la Dirección Meteorológica ya está dando sus primeros frutos. El portal www.agroclima.cl, en un sistema todavía en marcha blanca, entrega la información que se obtiene de las distintas estaciones, homologada, procesada a quien lo requiera. Actualmente, están disponibles la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, la pluviometría, la velocidad y dirección del viento y la radiación global por hora y diaria. Manejando apropiadamente tales datos se podrá evitar pérdidas en la producción y actuar a tiempo frente a plagas y enfermedades.
"El portal entrega en forma pública los principales parámetros climáticos de interés para la agricultura. Además, en la versión experimental en funcionamiento se están incorporando varios modelos predictivos de fenómenos de interés para los fruticultores y agricultores, como alertas de heladas, que se actualizan cada una hora", explica Edmundo Araya, director general de FDF.
En una segunda etapa, se espera sumar las bases de datos de otras redes, que no necesariamente tienen que ver con viñas y frutales, como las del Instituto Forestal, de manera de extender los datos de temperaturas máximas y mínimas, riesgos de heladas, horas, y unidades de frío hacia otras zonas del país donde están presente otras actividades como la agropecuaria.
Al sumar más redes y capacidades se podrá contar con mayor cobertura, generar conocimiento e investigaciones, que se traducirán finalmente en informes meteorológicos y en algo sumamente esperado por el negocio agrícola, sistemas de predicción de cosechas. Un dato que puede ser vital para la coordinación y mejor gestión de los embarques de frutas a los mercados internacionales.
"El contar a futuro con bases de datos de más de 200 puntos en el país, de Arica a Punta Arenas, no sólo permitirá mostrar lo que está sucediendo desde el punto de vista climático. Estamos promoviendo que las universidades y centros de investigación adopten o desarrollen modelos predictivos de cosecha, de enfermedades y plagas como existen en otros países. Recientemente estuvimos con una delegación australiana que visitó el país, y vimos cómo los propios agricultores tienen y administran un sistema de pronóstico de cosecha de trigo para el secano", explica Edmundo Araya.
El impacto del sistema va más allá de lo puramente climático. Los datos clasificados ayudan también a tomar decisiones y prevenir efectos dañinos causados por plagas, enfermedades en las distintas etapas de desarrollo de las principales variedades de uva de mesa y manzana, entre otros frutales. Además, permitirá avanzar en buenas prácticas agrícolas y en ahorro en plaguicidas, ya que informará a los agricultores sobre cuando es el momento más oportuno para utilizarlos.
"Muchas de las aplicaciones de plaguicidas actualmente se hacen a ciegas. Al agricultor le tinca que es buen momento para aplicar, lo que deriva en que se use más de lo necesario. Es decir, se gasta más y se contamina, sin siquiera tener buenos resultados. El sistema de alertas le dirá específicamente al agricultor qué compuesto usar y cuando hacerlo, incluso la cantidad que conviene utilizar. Permite hacer una agricultura mucho más conectada con las exigencias ambientales, bajar riesgos y costos en cuanto a aplicación de agroquímicos. Además, impactará en el control del agua, de plagas y en tener un mejor resultado final. Es la red más potente en relación a cantidad de equipos, número de instalaciones y superficie de Latinoamérica", dice Leopoldo Sánchez.
Y la brecha tecnológica -la falta de internet en los campos- se solucionará usando otro tipo de tecnologías, como los celulares.
"Próximamente implementaremos un sistema de alarmas de plagas, heladas y de enfermedades que irá tanto al portal, como a través de mensajes de texto a celulares", señala Edmundo Araya.
Y ya se aprecia interés. Las estadísticas de conexión al portal están subiendo. Por estos días llegan a 700 consultas semanales.