Balance de la temporada 2008/2009
A la fortaleza del dólar frente al período anterior se suma una buena estrategia de comercialización y una mejor calidad.
Eduardo Moraga Vásquez
"Al comienzo, el horizonte se veía lleno de nubes grises. Sin embargo, con el correr de las semanas se despejó. Hoy veo un sesgo positivo en el balance de la temporada frutícola", admite Carlos Barros, gerente general de Río Blanco.
Barros, cabeza de la mayor exportadora de uva de mesa de Chile, tiene claro, como muchos en la industria, que la temporada 2008–2009 quedará en los libros de historia como la que fue de menos a más.
Aunque lo tradicional es que a medida que avanza la temporada los precios caigan, por el aumento de volumen, este año los valores se han mantenido saludablemente estables. Según datos de la consultora Decofrut, la uva thompson seedless partió con una caída de entre 4 y 15% en el precio. Sin embargo, a mediados de febrero, la caja de calibre L de esa variedad se asomaba por los US$ 16, un dólar más que en 2007-2008.
El temor inicial de que los productores de uva mesa - ítem responsable de casi la mitad de los envíos frutícolas de Chile- fueran duramente golpeados por el sobrestock en California y el aumento de la oferta del valle de San Francisco de Brasil se esfumaron. Eso hubiera significado la palada final a un rubro más que complicado en los últimos años.
El buen ánimo que tienen los productores de uva, a comienzos de marzo, se debe a una de las estrategias de comercialización de las cadenas de retail más acertadas de los últimos años. Conscientes de la contracción económica, los supermercados de EE.UU. recortaron sus márgenes de ganancia en la fruta, de cerca del 40%, a el 30%. En algunos casos puntuales también se recortaron lo pagado a las exportadoras chilenas, pero en montos que nunca superaron el 10%.
El resultado fue importante: a pesar de la crisis, la venta de uva de mesa en las cadenas de supermercados ha sido más rápida que en temporadas anteriores.
"Los importadores y cadenas de retail han manejado muy bien los flujos. Los menores precios han permitido que la demanda se comporte muy bien. Además, la oferta chilena tiene una calidad superior a otras temporadas", afirma Isabel Quiroz, directora ejecutiva de IQonsulting.
Existe coincidencia en el sector frutícola de que, con excepción de las cerezas, la mayoría de las especies mostró mejores condiciones de vida de poscosecha y calidad que los últimos años. La explicación pasa porque no hubo mayores heladas en invierno que dañaran las plantas, ni lluvias en primavera que afectaran los frutos.
Donde se notó más esta mejora fue en los carozos. Por años, los duraznos y nectarines chilenos estuvieron alejados de las exigencias de frescor y consistencia de los consumidores. Sin embargo, el arranque de huertos de peor desempeño y la salida de productores y comercializadores con un manejo no adecuado permitió tener precios firmes comparados con años anteriores.
Sólo la cereza, afectada por la demora para venderla por su alto valor relativo y por defectos en el embalaje, fue castigada por los importadores y supermercados. Dependiendo de los calibres, se registraron caídas de hasta un 15%, según Decofrut.
En todo caso, el alto valor del dólar tiene a todos con sonrisas. "Un factor importante en esta temporada es el tipo de cambio. En las primeras ocho semanas de la temporada, el dólar promedio fue de $671, valor 30% superior al período anterior", afirma Manuel José Alcaíno, director de Decofrut.
Arándanos en rojo
Si Bien Hasta Ahora El Balance De La Temporada Es Positivo, Los Arándanos Enfrentan Una De Las Campañas Más Complicadas Que Se Recuerde. Al Inicio De La Temporada, La Caída En Los Precios Llegó Hasta 23% Por El Exceso De Oferta De Mala Calidad Desde Argentina. Sólo Con La Salida De La Oferta Trasandina, Los Precios Aminoraron Su Baja. En Las Próximas Semanas, Las Especies Que Vivirán Mayor Peligro Serán Los Kiwis Y Las Manzanas, Pues Los Altos Stocks De Europa Y EE.UU. Y El Crecimiento De La Oferta Del Hemisferio Sur Dificultarán La Comercialización.