Nuestro país “se tambalea al borde del top ten mundial de casos de coronavirus, y es uno de los pocos países donde la curva en casi todos los gráficos estadísticos se está disparando”, dice el artículo. La nota menciona además las “consecuencias nefastas” y los “efectos devastadores” que los 160 días de cuarentena tuvieron en Argentina.
"El recuento oficial de muertes del gobierno es de 8.457, mucho más bajo que en muchos países, pero actualmente se duplica cada tres semanas. Pero, ¿qué tan precisos son estos números cuando no se hacen pruebas a más de diez mil personas cada día y en los últimos días más del 50 por ciento de las pruebas dan positivo?", dice el autor del artículo, Chris Moss, publicado este lunes.
“Los aplausos en abril fueron prematuros”, dice Peter Lloyd-Sherlock, profesor de política social y experto en América Latina de la Universidad de East Anglia, citado por la nota. "Todo el mundo estaba elaborando políticas sobre la marcha y el confinamiento inicial allí, como en otros lugares, estaba destinado a ser una gran declaración de política". “Cualquiera que haya pasado algún tiempo en Argentina sabe que controlar los movimientos de la población es imposible. Es anárquico en el mejor de los casos", agrega.
Las medidas antipandemia que tomó Alberto Fernández “se implementaron para permitir que el país y su servicio de salud pasen los meses fríos”, dice la nota, y agrega: “pero a medida que se acerca la primavera, las fronteras internacionales permanecen cerradas sin perspectivas de vuelos regulares en el corto plazo: las empresas ahora no esperan turistas extranjeros en Argentina hasta el verano de 2021-22”. “Parece probable que este año la temporada ‘alta’ para el turismo sea reemplazada por un pico en los casos de Covid-19”, puntualiza el autor.