Siempre tenemos esperanza, siempre renovamos nuestros esfuerzos, siempre creemos que la cosecha que viene será mejor, está en nuestra naturaleza de viñateros. Pero también somos realistas y por eso desde la Asociación de Viñateros de Mendoza hacemos las siguientes reflexiones cuando ya están a punto de entrar las uvas en los lagares.
Al vender o elaborar por cuenta de terceros elijamos seguridad en la cobranza o en el cumplimiento de las pautas de elaboración y no nos encandilemos con ofertas deslumbrantes que luego no se cumplen.
En lo posible pongamos por escrito precios y formas de pago o en su caso, relación uva/vino, grado requerido y mermas, entre otros. En la Asociación estamos gestionando una entrevista con el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura a efectos de solicitarle emita una resolución de ese organismo a fin de que se establezca la obligatoriedad de celebrar un contrato de compraventa de uva o un contrato de elaboración, según corresponda, en el que queden claramente fijas las pautas de la transacción y que el número de contrato se especifique en cada remito.
Extrememos el cuidado fitosanitario este último mes, dada las condiciones climáticas que predisponen el desarrollo de enfermedades como la peronospora y el oídio. No arriesguemos el trabajo que tanto sacrificio nos ha costado todo el año.
Además, desde la Asociación de Viñateros de Mendoza creemos que es sumamente importante participar en la discusión que se realiza todos los años a fin de determinar el porcentaje de producción que se destinará a mosto y de esta forma evitar la sobreoferta de vinos, lo cual repercute en el valor del mismo, disminuyendo su precio. En definitiva, solicitar que siga en práctica el acuerdo Mendoza-San Juan de diversificación.
Por último, aprovechamos para invitar a nuestros amigos viñateros a las reuniones zonales que estamos desarrollando en cada uno de los oasis productivos de nuestra provincia a efectos de compartir información y aunar esfuerzos.