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HACIA UN NUEVO BLOQUE HISTÓRICO
De Daniel Chango Illanes
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LOS BLOQUES HISTÓRICOS EN LA HISTORIA ARGENTINA EL ORDEN DE LAS HEGEMONÃAS PodrÃa seguirse el siguiente orden:Bloque Histórico OriginarioBloque Histórico ColonialCrisis Orgánica 1767/76 - 1829/31Ciclo Revolucionario: 1804 - 1824Función Restauradora del Rosismo como puente entre el bloque histórico colonial y cierre de la crisis orgánica abierta desde el 1767/76 - 1829-31Nueva Crisis Orgánica y Movimiento Social y Regional Constituyente (1851 - 1859)Bloque Histórico Eurocéntrico (1860 - 1983)Crisis Orgánica 1983 - 2010 EL ORDEN DE LAS RESISTENCIAS Resistencia Originaria, siglos XVI - XVII: las primeras experiencias de resistencia, hasta llegar a los movimientos de Juan CalchaquÃ, Juan ChelemÃn, Bohórquez.Resistencia Originaria, siglo XVIII: Tupac Amaru, Tupac Katari.Resistencia Originaria: siglo XIX.Resistencia Femenina al patriarcalismo y despotismo familiar tradicional: MarÃa Sánchez.Resistencia Federal de matriz artiguista.Resistencia guerrillera en el Norte durante la Guerra de la Independencia.Ofensiva revolucionaria a partir del Ejército de Cuyo, organizado por San MartÃn, desde 1814.Ofensiva revolucionaria a partir de la Declaración de la Independencia, 1816.Resistencia federal de matriz dorreguista.El "catilinismo" de José Miguel Carrera.Resistencia del frente federal del Interior: Quiroga.La resistencia del Interior profundo y de la travesÃa: El Chacho, Chapanay, Varela, Guayama.Resistencia del frente federal del Interior al mitrismo y a la guerra del Paraguay: la Revolución de los Colorados 1866 - 67.La primera emergencia del Populismo Plebeyo: por dentro del yrigoyenismo.El puente intelectual entre el yrigoyenismo y el peronismo.La segunda emergencia del Populismo Plebeyo: por dentro del peronismo, en especial Eva Perón.La tercera emergencia del Populismo Plebeyo: 1955 - 1983.La cuarta emergencia del Populismo Plebeyo: 1983 - 2001.La quinta emergencia del Populismo Plebeyo: 2001 - ....... BLOQUE HISTÓRICO COLONIAL El BH colonial de poder se va formando con la conquista y la colonización, es decir la encomienda y el surgimiento de las ciudades. Comienza a derrumbarese a partir de la expulsión de los jesuitas y la creación del Virreinato. Es ahà donde comienza una gran crisis orgánica. Eso se manifiesta a nivel intelectual con la deserción de un gran número de intelectuales respecto de la ideologÃa que habÃa sido dominante durante la conquista y colonización, principalmente con la disconformidad con los valores contrarreformitas. El poder de la Metrópoli es conciente de la incidencia económica, financiera y fiscal de este clima y de las situaciones polemológicas implÃcitas, y por ello da organización definitiva a la al sistema administrativo colonial con la Real Ordenanza de Intendentes. Durante el BH colonial, el centro del poder local, la institución fundamental, fue el Cabildo. En él se vivÃa la polÃtica colonial. Hubo resistencia: las insurrecciones indÃgenas se perfilaron de manera muy firme durante todo el perÃodo: Juan CalchaquÃ, Juan ChelemÃn, Tupak Amaru, Tupak Katari. El clima de resistencia fue fundamental. El BH colonial tuvo como grandes componentes sociales:Elite conquistadora y encomendera.Los partidos enfrentados: beneméritos y confederados. Hay entre ellos algo de antagónico, entre premodernidad y modernidad, pero lo más es diferencia contradictoria. Hernandarias, que no todos los beneméritos, antagonizaba con los confederados. También en el BH eurooligárquico, Irazusta, en los años 30 del siglo XX, antagonizaba con el capital inglés sin enfrentar del todo a la oligarquÃa dominante.Una clase intelectual fundada en las órdenes religiosas.Dos universidades (Charcas y Córdoba). En la primera de ellas el debate se fue profundizando. Cabe recordar la influencia de Victorian de Villava sobre Mariano Moreno en la cuestión del cuestionamiento y desocultamiento a la explotación de los indÃgenas. LA GENERACIÓN REVOLUCIONARIA Arranca en la descomposición del BH colonial, que va desde 1767 hasta 1821, desde la expulsión de los jesuÃtas hasta la liquidación del Cabildo. El programa revolucionario es el Plan de Operaciones de Mariano Moreno. Es precisamente eso lo que no se hace. Se impide que se haga. Tampoco el federalismo revolucionartio de Artigas. Ambos vectores revolucionarios quieren ser continuados y fusionados por Manuel Dorrego, primero enviado al exilio y luego fusilado, por el ejército de Lavalle. La Revolución era el Plan de Operaciones y las Instrucciones Orientales. Y el federalismo doctrinario postmorenista y bolivariano de Dorrego. Contra todo ello se alzan el restauracionismo rosista y el liberalismo rivadaviano, antecedentes ambos del mitrismo. EL PUENTE ENTRE EL BH colonial y el BH euroligárquico El régimen rosista y las formas que en distintos lugares del paÃs cobró la llamada Santa Federación (que no era el federalismo sino la restauración de un poder oligárquico fuerte cerrando el camino al federalismo auténtico y creando un centralismo absorbente y represivo), fue el nexo,, el puente histórico entre ambos bloques, para lo cual liquidó la transición revolucionaria. PodrÃa decirse sin exceso alguno, que el régimen rosista tuvo una función: mezcló los fundamentos de los beneméritos con los de los confederados. Rosas aparecÃa como benemérito, como una especie de Hernandarias, pero en verdad en su interior y en el interior de su régimen era un confederado. EL BLOQUE HISTÓRICO EUROLIGÃRQUICO Combinó una forma racista y civilizatoria al mismo tiempo. Es eurocéntrico porque se considera heredero de la civilización europea y justifica sus saqueos y masacres en ese principio. Pero también descalifica y persigue a los inmigrantes cuando escapan del control de la élite. Y es asà como el ideólogo reaccionario Leopoldo Lugones, llama a los inmigrantes con desprecio y temor, la "plebe ultramarina". Las fuerzas armadas conformadas desde el Ejército mitrista, primero, con academias militares creadas por Sarmiento, roquista después, setembrino luego, neoliberal y antipopulista, se activaron siempre con la práctica del genocidio. Y si no genocidio, con una permanente amenaza de represión. Es el modelo diseñado por Mitre, Sarmiento, Roca, Uriburu, AgustÃn P. Justo, Aramburu, OnganÃa, Videla y sus respectivos séquitos. Todos ellos participaron de la idea de constituir una Nación blanca, europea, o imitación de Estados Unidos. Pero no en lo democrático sino en el racismo. Hay un medio de comunicación que atraviesa toda la historia del BH euroligárquico: el diario La Naciónm fundado por Mitre y alimentado por el Proceso de 1976-1983. Asà como en el BH colonial, la institución dentral fue el Cabildo, en el BH euroligárquico, la institución central fueron las fuerzas armadas. Ellas definieron la situación en 1860, en 1866-67, en el 80, en el 90, en 1930, en 1955, en 1966 y en 1976. Siempre estuvieron. En todos los casos nombrados sostuvieron de manera efectiva y represiva el BH euroligárquico. Lo sorprendente es que a pesar de la presencia absorbente de las fuerzas armadas, el BH euriligárquico perdió el Alto Perú, la Banda Oriental y ensanchó su espacio sobre los territorios indÃgenas. Las fuerzas armadas concatenaron su acción con las entidades financieras y con los grandes diarios. En 1930 y en 1955 la hegemonÃa se sostiuene sobre la base de la proscripción. Hay que considerar muy especialmente los mecanismos de absorción de polÃticos que tienen los aparatos mediáticos, cuya diversidad aparente y cuyas diferencias pueden confundir. Pero no logran absorber tanto que no haya hecho falta - siempre - la represión. LA QUINTA EMERGENCIA DEL POPULISMO PLEBEYO: Coincide con la crisis orgánica abierta a pincipios de los 80. De ahà se abre el caminjo hacia el BH Sinérgico sobre el cuál sólo se pueden indicar algunos componentes, pero no se lo puede efectivamente caracterizar porque aún no está, aunque ya se insinúa. Las cuatro emergencias anteriores, y la resistencias históricas del siglo XIX fueron vencidas y aniquiladas. Pero los vencidos fueron dando su aporte y su experiencia en forma histórica vestigial. LA CUESTIÓN DE LA BASTILLA: Raúl AlfonsÃn, en 1983, pudo ser el vértice del nuevo bloque. Pero lo venció su propio deliberacionismo republicano institucionalista formal y su cospolitismo centrÃfugo. Además, por formación, no tenÃa un proyecto gramsciano, aunque la derecha lo acusara de eso en ocasión del Congreso Pedagógico. Además no era yrigoyenista, no era un hombre del movimiento nacional. Estaba más cerca de R. M. Ortiz que de Arturo Jauretche. Por todas estas razones, el retroceso fue muy fácil. Desde el 83 no vino más democracia, vino un formalismo limitado por el neoliberalismo y el neoconservadorismo. Pesaron más los contenidos que las formas, a pesar de lo que pensaban los alfonsinistas, muchos de ellos con muy buenas intenciones. Pero además, estaban aquellos que prometÃan formas y las ponÃan en escena como encubrimiento y camouflage de contenidos que favorecÃan al BH eurocéntrico y oligárquico. AlfonsÃn dijo una gran verdad: "con la democracia se come, se cura, se educa". Pero lo que ocurrÃa es que no habÃa democracia en plenitu y, más grave aún, AlfonsÃn confundÃa democracia con República. Y con la república puede ocurrir que ni se coma, ni se eduque, ni se cure. AlfonsÃn repetÃa: "No hemos tomado la Bastilla". AlfonsÃn era un republicano de clase media, no un populista plebeyo. Era - repetimos - un radical que habÃa extirpado de su pensamiento profundo lo mejor y más desprolijo del yrigoyenismo. UNA POLÉMICA EN PLENOS AÑOS 50 En la Historia de las Ideas PolÃticas en la Argentina y de la izquierda argentina, la polémica entre Américo Ghioldi y Julio V. González, ocupa un lugar muy importante. González dice que el peroniosmo se llevó la clase obrera porque el socialismo estaba enfermo de minimalismo y no aplicaba su programa de máxima. Ghioldi decÃa que el peronismo se habÃa llevado a la clase obrera nueva, con influencia rural, atrasada, fácil para ser hipnotizada por el peronismo. Gionzález replicaba que la clase obrera era consciente de sus intereses y que por eso trataba de satisfacerlos. Ghioldi insistÃa diciendo que esa clase obrera no era capaz de entender la lucha contra el totalitarismo. González sostenÃa que la lucha debÃa ser contra el capitalismo. Ghioldi habÃa hecho una diferenciación entre obrero lumpen y obrero ciudadano. DecÃa que entre los obreros más maduros habÃa conciencia de la democracia, en tanto que entre los más nuevos sólo habÃa interés material inmediato y que no tenÃan una cultura cÃvica. El debate fue durante el 37º Congreso del Partido Socialista, en 1950. De acuerdo a la estructura partidaria ganó Ghioldi. Pero frente a la izquierda - y más aún, frente a la historia - ganó González. Ghioldi venÃa de Repetto, cuya lÃnea liberal se impuso en la historia del Partido Socialista. La lÃnea Repetto - Ghioldi era liberal, de manera indirecta, pero liberal al fin. ACCIÓN ARGENTINA Hay un punto nodal del liberalismo socialista argentino. Se trata de la organización Acción Argentina, en lka que se agruparon los cuadros previos a la Unión Democrática y al golpe de Estado de 1955. Acción Argentina tuvo su desempeño polÃtico entre 1940 y 1943. Llegó a tener 375 filiales. Acción Argentina no sçolo fue antieje. En eso no hay nada de malo. En realidad era antineutralidad. Querçia que Argentina entrara en guerra. Era un aparato local articulado con la polÃtica norteamericana de obligar a la Argentina a romper la neutralidad, y fortalecer el alineamiento hemisfçerico con los norteamericanos, para aumentar el espacio hegemçonico de Estados Unidos en Amçerica Latina y desplazar a Inglaterra de ese lugar hegemónico en la Argentina. El Reino Unido se habÃa demostrado disconforme con la ruptura de la neutralidad argentina en 1939. Presidçia Acción Argentina Julio A. Noble, demoprogresista, la vicepresidencia la tenÃa Alicia Moreau. Estaba Repetto. El primer manifiesto lo formaba Marcelo Torcuato de Alvear. En el Cabildo Abierto fundacional hablço Agunstçin P. Justo. Todo esto era una mezcla de setembrinos, radicales galerita, demoprogresistas y socialistas repettunos. Es decir, polÃticos que estuvieron a favor del golpe del 6 de setiembre de 1930, radicales antiyrigoyenistas, liberales relativamente doctrinarios y socialistas de la conexión Repetto, que manejaban el aparato partidario. El golpe de 1955, tiene su antecedente principalÃsimo en Acciçon Argentina, que es como bisagra de un época entre 1930 y 1955. Asà como FORJA fue el puente entre el yrigoyenismo y el peronismo, Acción Argentina lo fue entre los golpes. Acción Argentina es tambiçen el antecedente de las "relaciones carnales" con Estados Unidos, que se van a dar en tiempos del menemismo, cuando lo planteó el canciller Guido Di Tella. CONTRADICCIÓN Y ANTAGONISMO Al interior del BH no se puede evitar lo contradictorio, pero aclaremos: en cada bloque lo contradictorio se expresa mediante la forma de contradicciones diferentes. Pero esas contradiciones que se suceden y entrelazan de bloque en bloque, son alimentadas por un antagonismo que viene desde bloques históricos anteriores. No se trata, simplemente, de un problema relacionado con el modo de producción. Tampoco con la formación económicosocial, aunque ambos estén implicados en el bloque histórico. La cosa va más allá. Porque hay como una tradición antagónica muy fuerte. En el marco de esa tradición antagónica, está la persecusión, el acoso etnocultural al indÃgena, el saqueo, la diversa resistencia de este, la`proyección de ese acoso y esa resistencia hacia el futuro. Se trata de una realidad muy seria y profunda. El acoso etnocultural y el saqueo se continúan durante dos bloques históricos: el colonial y el eurocéntrico oligárquico (Scalabrini hubiera dicho "colonial" y "coloniaje"). El acoso etnocultural es toda una estrategia de dominación, reducción y superexplotación genocida de los pueblos aborÃgenes, Es el sostén del saqueo, y el genocidio es el sostén del vacÃo poblacional para el apoderamiento de la tierra. Pero las tendencias al acoso sociocultural se expanden. Lo que aprende el mundo aboriginario de su resistencia al acoso sociocultural va siendo el fundamento de toda resistencia, o en todo caso es la resistencia fundante, la primera resistencia, la originaria o aboriginaria. Esa resistencia está en el fondo de las contradicciones del bloque histórico colonial y del bloque histórico eurocéntrico y oligárquico. Esa resistencia es un gran antagonismo de larga duración que se continúa. Las cotradicciones son duraciones estructurales: sistema precapitalista en lo económico y premoderno en lo existencial; sistema de transición en la premodernidad y el precapitalismo a la modernidad capitalista en el marco de la expansión hacia afuera en lo económico y del cosmopolitismo centrÃfugo en el plano existencial y subsistencial y económico. Pero las duraciones estructurales no anulan el antagonismo de larga duración, se imbrican con él. Se imbrican hasta llegar a un punto, que viene desde la crisis del 30 hasta hoy. Es el gran momento en que el aqntiguo antagonismo, la tradición de antagonismo se mezcla con la crisis de la estructura c apitalista de la Argentina. Y se va haciendo cada vez más expresivo, proteico, cambiante, el repertorio de discursos y relatos, y de sujetos en el marco del paso de la sujeción a la libre subjetividad. Al cartearse con JoaquÃm V. González, Bartolomé Mitre, el historiador que imporne la clave ideológica del BH euroligárquico, dice que la resistencia idÃgena estaba condenada a desaparecer. Es Mitre quien continúa la represión colonial en forma intensa. El es quien liquida al pueblo praguayo y en sociedad con Sarmiento, a la montonera. El ejecutor de la sentencia histórica de la desaparición es Mitre en el inicio del BH euroligárquico. Roca lo continúa. Pero toda la clase dominante de ese bloque los continúa a ambos mediante la apropiación de tierras y la reducción del aboriginario a la estatura de un animal doméstico. Es decir a la extrema condición de sometimiento. Hasta que la historia va generando un movimiento cada vez más acelerado de paso de sujeción a subjetividad libre a través de largas resistencias, algunas de las cuales son muy violentas y son reprimidas con más violencia aún. Los tiempos actuales exhiben contradicciones, que a la vez expresan los contenidos socioculturales del antagonismo profundo. Hoy, Latinoamérica avanza hacia un grado cada vez mayor de independencia no tganto frente al capitalismo, sà frente a Estados Unidos. También frente a Europa, aunque en menor medida. Con muchas imperfecciones y hasta desaciertos, pero con mayor autonomÃa.EXCÉNTRICOS Y CENTRÃFUGOS El papel de los militares es excéntrico y centrÃfugo en casi toda nuestra historia. Por esa razón fueron la institución central del BHEO. Por eso se los instauró como aparato represivo, algo asà como un ejército de ocupación de la “civilización†contra la “barbarieâ€. La gesta de ese ejército no es hacia fuera sino hacia adentro, hacia la “barbarie interiorâ€. Es lo que da el tono a toda la época (Mitre, Roca, Uriburu, Justo, Aramburu, Ongana, Lanusse, Videla). Sin negar dos grandes precursores en Lavalle y Paz. No faltan cosas absurdas en esta historia, como José Félix Uriburu pretendiendo criticar al militarismo. Ese ejército no siempre está contra los intelectuales pretendidamente progresistas. En 1955 tiene muchos de ellos porque los reúne el gorilismo. Hay diferentes gorilismos. Uno de base católica y otro laiuco de matriz liberal. Ambos se unen en la coyuntura de 1955. En el 66 y en ewl 76 están lejos. Aunque la presencia de Américo Ghioldi en el gobierno de Videla como diplomático parece indicar lo contrario. Contra el populismo plebeyo ha habido peligrosos acuerdos entre el claustro y el cuartel. Un punto importante de ruptura se produjo en 1966 con la noche de los bastones largos, la jugada de OnganÃa para disciplinar a la Universidad. En las FFAA, contra el populismo plebeyo y las izquierdas de más fuerte radicalidad y clasismo, es decir, contra los programas de máxima, hubo un entendimiento entre integristas y liberales. Eso fue el 30, y eso fueron todos los golpes. Pero hay que destacar que muchos cuadros eran liberales o neoliberales en lo económico e integristas en lo referente a lo sociocultural. Eso engendró un entrecruzamiento fértil que se reprodujo por mucho tiempo. Los grandes diarios, en especial La Nación, fueron la maternidad en la que nacÃqan estos engendros polÃticos, mitad capitalistas globalizantes y mitad integristas reaccionarios. El militar argentino de matriz golpista, era un cuadro con valores premodernos, con una torpe imitación de un sentido guerrero tradicional, contrarreformista y como consecuencia de ello, recalcitrante frente a la Revolución francesa y ni que hablar de la Revolución Rusa. Catolicismo contrarreformista e hispanofilia lo harán, al militar argentino, más un guerrero de Franco que de San MartÃn. Los fundamentos ideológicos de su formación eran metafÃsicos, ahistóricos, anacrónicos y contrarrevolucionarios en grado extremo. La corporación rectora del paÃs, es decir, la corporación militar, tenÃa un fundamento ideológico incompatible con el mundo moderno y con el populismo plebeyo. Fue por esa razón usado y dominado por la oligarquÃa, que lo vio funcional a sus intereses. Perón, además, no quiso cambiarlo, no quiso transformarlo en un ejército popular, pudiendo haberlo hecho. Pero es que Perón no tenÃa esa convicción, y en eso radicaba la gran diferencia, anécdota más, anécdota menos, con su esposa Evita. Perón tuvo en el plano material, una idea técnica de las fuerzas armadas, pero siempre las admitió como control social, las percibió como núcleo rector, por eso las enfrentó sesgadamente, golpeándole en los flancos, nunca modificando su cerebro operativo, es decir el software de su estructura. Perón no hizo un ejército peronista. Siguió administrando y expandiendo el ejército de AgustÃn P. Justo. No llegó más allá. Incorporó los proyectos de Savio, de Mosconi, pero eran cuestiones estratégicas parciales, nunca en su totalidad. El problema de Perón era el temor a una revolución comunista mundial, y entonces el ejército era para él un resguardo, un lÃmite, una máquina a la que querÃa echar mano para evitar ese fenómeno expansivo. En tiempos de la resistencia pareció cambiar. Entendió con mucha imaginación la idea de una revolución nacional, pero no asimilaba totalmente la posibilidad de un cambio más fuerte. Al final retrocedió, y en la guerra de aparatos, terminó por originar nada menos que la Triple A. Perón fue una parte resistencia al BHEO, y otra parte un hacedor del orden de ese mismo BHEO. Por su formación no podÃa ser de otra manera. Una parte de su movimiento quedó en el BHEO y otra parte se encamina en lo que viene. A Hipólito Yrigoyen le pasó lo mismo. En su movimiento estaba el gérmen del peronismo y estaba también el orden público y el interés de clase oligárquico. Perón y las Triple A, Yrigoyen y la represión de la Patagonia. Yrigoyen retrocedió frente a la Iglesia. Perón no, pero sà lo hizo con el ejército. Pactó con él, luego de enfrentarlo a medias, estrategizando por encima de un conjunto de agentes tácticos muy activos y contundentes y temiendo que estos agentes tácticos lo despojaran de su condición de hegemonÃa estratégico. Cuando ese choque sobrevino prefirió volver a la derecha. De un modo diferente sucedió con el radicalismo, aunque con alguna similitud. Pero el “hay que seguir a Marceloâ€, era parte de ese momento regresivo. Pero seamos justos en el análisis: los fusilamientos de la Patagonia, y las Triple A no fueron movimientos regresivos, sino inocultablemente reaccionarios. POPULISMO PLEBEYOY NUEVO BLOQUE HISTÓRICO La Argentina se encamina desde la historia resistente del populismo plebeyo hacia instituir un nuevo bloque histórico que tendrá - no tiene aún - una sinergia entre formas capitalistas, socialistas y de recuperación del sentido estratégico de un nuevo tipo de Estado. Por ahà pasa la lucha para que se instituya realmernte y no potencial o aparentemente la nueva legislación mediática, por ejemplo, a la que se opone la hegemonÃa sociocultural de San Juan. Esta es otra diferencia que debe ser señalada.El nuevo bloque histórico es el resultado de una resistencia muy intensa. La clase hegemónica del bloque histórico que se mantiene hasta hoy, obligó a las clases subordinadas a renunciar a su cultura identitaria, a su macrosujetividad activa. Esa hegemonÃa es la madre de lo que se da en llamar sentido común, es decir, relatos y discursos de la clase dominante, incorporados a las clases subordinadas. Pero en la Argentina, la resistencia a esos discursos ha tenido un repertorio muy amplio en los dichos y en los hechos, y es ahÃa donde se encuentra el sustento vital para el no sometimiento, para el cimiento del irrenunciable antagonismo.No se puede hablar de democracia e instituciones si no hay una definición previa que ponga como nudo histórico el 24 de marzo. Los que quieren seguir investigando, esclareciendo, manteniendo la Memoria, los que no aceptaron nunca la mentira de los dos demonios llevan las de ganar porque el fuerte contenido simbólico que controlan está planteado hacia adelante de manera muy contundente.Hay que agregar que la frase que dijo ayer la señora Cristina Fernández, fue muy clara: "Nadie que no sepa quién es puede ser verdaderamente libre". Eso que vale para los hijos de los desaparecidos en lucha por la identidad, vale para todo el pueblo argentino y latinoamericano. En cada punto del Continente estamos recuperando la identidad, estamos asumiéndola. Estamos pasando de ser sujetos de sujeción a sujetos de una libre y firme subjetividad histórica. Nuestros pueblos son también Hijos que recuperan el derecho a saber quiénes son y adónde van. Me refiero a pueblos en sentido plebeyo, no meramente a individuos que poseen el derecho a ser representados. Los recipientes formales son demasiado estrechos para albergar un contenido tan amplio y, sin embargo, tan profundo, entrañable y accesible. No es cuestión de mayorÃas electorales, siempre circunstanciales, sino de grandes sentidos que se enmarcan en un destino. Ese destino se va perfilando, entre nosotros los argentinos, en la medida en que ni el 55, ni el 76 - dos veces la práctica del genocidio - pudieron torcer el rumbo.El rumbo no es más institucionalismo formal de lo ya instituido, sino el instituir un nuevo bloque histórico y desde ahÃ, constituir un nuevo Estado con nuevas relaciones Estado-Sociedad. Habrá que avanzar muy firmemente, resistiendo a la recalcitrancia de los que quieren volver atrás. Cada paso hacia adelante traerá una nueva batalla contra la reacción y contra la regresión. Eso es lo progresivo y no meramente conservar algunas libertades temerosamente. Creo que ese es el camino que se ha abierto. Creo que serÃa imposible si no nos hubiera pasado todo lo que nos pasó. En la historia todo lo que ocurre - por horrendo que sea - gana el lugar de necesario para dar pasos firmes hacia adelante. Me invade otra vez una idea de resurrección: la militancia asesinada, secuestrada, desaparecida, aparece en los jóvenes. La sangre triunfa sobre el sable, como dice una antiquÃsima frase oriental. El EspÃritu de una historia profunda vuelve otra vez, pierde una peladura y despliega desde adentro su piel nueva, como decÃa Leopoldo Marechal. CRISIS ORGÃNICA La crisis orgánica, si se la entiende como ruptura del vÃnculo entre estructura y superestructura, o mejor, entre modalidad existencial, implica la deserción de los intelectuales respecto del BH viejo. En el caso argentino, esto se agudizó en los 60. Contribuyó a ello, la revalorización del populismo plebeyo, la revolución cubana, la transformación de las ciencias sociales. Principalmente en el plano semiológico, antropológico y psicológico y su relación con el relativismo sociocultural, que hizo declinar dos bastiones eurocéntricos: la idea de civilización como antÃtesis de la barbarie, y el desprecio por los originarios. El fenómeno se intensificó hasta la contradicción generada por los propios medios: - la nueva radicalidad en pa percepción crÃtica semiológica y psico, que los propios medios en cuestión difundÃan, en parte, en sus suplementos.- Los negocios mafiosos fundados en la impunidad que da el poder (o como dijo alguna vez Alfredo Yabrán: poder = impunidad. En algún punto, ese repèrtorio cientÃfico, y ese proliferar de cuadros intelectuales, terminarÃa por juntarse en algún punto que tuviera que ver con una nueva crisis de hegemonÃa. Hay que advertir que la crisis orgánica no consigue resolverse del todo porque la izquierda rutinaria tiene celos del peronismo que al ser un movimiento “toma tutti†le roba banderas, discursos, etc. A tal extremo llega esto que en marzo del 2000, el dirigente Luis Zamora, lÃder de Autodeterminación y Libertad, dijo directamente que el kirchnerismo se dedicaba a robar banderas, y que sólo por eso defendÃa la memoria y los derechos humanos. Pero aún con estos hechos u opiniones, la crisis orgánica se ha desatado y la mayor parte de los intelectuales modernos y más actualizados están próximos al progresismo populista y desertan del BHEO. Al BHEO le quedan figuras del liberalismo y del conservadorismo regresivas y reaccionarias, y un cierto progresismo de matrÃz eurocéntrica y antipopulista. No tienen suficiente respuesta en e mundo semiopsico. Tienen figuras frÃvolas de mucha inserción en el ámbito mediático pero de muy débil respuesta intelectual crÃtica. Expresan sÃ, un individualismo posesivo muy fuerte por cuanto están relacionados al consumo y a la ideologÃa de este, que es la publicidad. En la medida en que se impugna a la televisión como criterio de verdad, o argumento de autoridad, va abriéndose una nueva visión de la realidad a nivel masivo. Eso debilita a las figuras mediáticas aunque mantengan audiencia y continúen con su propaganda consumista. NBH Y NUEVO PARADIGMA SOCIOCULTURAL Un bloque histórico nuevo implica un paradigma sociocultural nuevo. Eso quiere decir un tipo nuevo de relación social en el que disminuyen rechazos racistas, de género, o por motivos sexuales. Estos cambios han empezado por hacerse cada vez más difundidos desde que aparecieron como nuevo emergente social las mujeres. Eso fue un cambio muy importante desde la segunda mitad del siglo pasado hasta hoy. El NBH es un cambio, una transformación axiológica. Otro tipo de valores. En el bloque que estáq muriendo, hubo valores que sostenÃan cosas como la homofobia y el pà triarcalismo. Valores que se articulaban con un sentido individualista de la vida social, con un sentido muy jerárquico. Individualismo, jerarquÃa, homofobia patriarcalismo. Ahora asoma una nueva construcción axiológica. La ley de matrimonio igualitario ha producido un cambio muy importante en la Argentina. Es un indicador cierto de cambio histórico y de la presencia o emergencia de un NBH. Más que los cambios puramente económicos esto es indicador de un cambio axiológico. En el bloque anterior, la homofobia y la justicia por mano propia, relacionadas ambas con el patriarcalismo, eran algo aceptado y compartido. Eso empieza a pasar a ser una rareza, una curiosidad. Todo el bloque que corre desde 1860 y tiene su cen tro en los años 30, ha sido de la violencia del patriarcalismo y la homofobia. Esta situación se ha sostenido por mucho tiempo. NUEVOS VALORESTOLERANTES Y REFUTATORIOS Nuevos valores, nuevos movimientos sociales y nuevos vectores polÃticos se vinculan de un modo muy intenso. Los nuevos valores están relacionados a grupos de afirmación de identidad y derechos no refutatorios. Es el caso de los movimientos feministas, lesbogays, etc. Esos nuevos derechos tienen influencia jurÃdica y polÃtica, pero por sobre todas las cosas, son gestadores de tolerancia. Se presentan como tolerancia y, según los casos, tienen tendencia a una nueva afirmación subjetiva, o a fuertes fundamentos refutatorios. La Argentina está haciendo avances muy grandes en lo que hace a tolerancia, y además gesta una refutación muy fuerte, y hasta intolerante a las posiciones fascistoides, o más que eso, a las fuentes del fascismo, como lo han sido aquà las FFAA regresivoreaccionarias del BHEO, y la Iglesia romana, o en su centralidad romana, es decir en sus excentricidades autoritarias, vcomo fórmulas polÃticas. BLOQUE HISTÓRICO YMOVIMIENTO NACIONAL Cuando hablamos del bloque histórico de la Argentina está comprendida la cuestión del movimiento nacional, primero como atisbo, como esbozo, después como movimientos de resistencia al poder del BH euroligárquico y luego como aspecto central del camino latinoamericano, o como bloque de la profunda “latinoamericanizador†de la Argentina. Aquà se sintetiza el problema de la construcción centrÃpeta de lo polÃtico, la cuestión del movimiento nacional, la lucha de clases, intra e inter clases, y la cuestión del conflicto sociocultural (la cuestión de los grandes antagonismos). CHOQUE ENTRE SABIDURÃA COLECTIVA Y SENTIDO COMÚN La idea de bloque histórico integra mejor la cuestión del modo de producción y la formación económica social, y la modalidad existencial y la modalidad subsistencial, conjugándolas, dialectizándolas. El bloque histórico vincula el despliegue temporoespacial (diacronÃa), con el modo de producción, la modalidad existencial, modalidad subsistencial, la formación económico social. El modo de producción tiene un peso fundamental en el bloque histórico, pero no es ni mucho menos la totalidad: El peso existencial del pasado excede el modo de producción. El antagonismo profundo también. El odio a la sumisión y al trabajo, y a la rutina impuesta por el poder, todo eso tiene orÃgenes muy lejanos. También la ansiedad de paz o de ocio, la libertad de no hacer, la idea de vivir sin tener que merituar nada para hacerlo, todo ello fundante de la utopÃa, que está en el fondo del radicalantagonismo. El antagonismo está en la sabidurÃa colectiva, mientras que el sentido común está la articulación, producción y reproducción de mecanismos que eviten el estallido o la erupción de antagonismo. No sólo desde a clase dominante sino desde la propia clase subalterna, para evitar costos mayores, represiones, etc., el castigo de los hegemónicos. Hay un choque, que es otra parte del gran antagonismo entre la sabidurÃa colectiva y el sentido común. LO QUE VIENE Lo que viene es el Bloque Histórico Democrático Sinérgico, Inclusivo y Abierto. Esa policlasista con centro en una sÃntesis social entre populismo plebeyo y clase trabajadora. Una diferente inserción social. Una hegemonÃa nueva. Ese bloque histórico que viene tiene su fundamento en el movimiento nacional en todas sus etapas, en la clase trabajadora, en toda su historia de resistencia, con variantes epocales y subjetivas. ¿Cuál serÃa la institución fundamental del nuevo bloque? No lo sabemos porque aún estas instituciones no están, porque aún este bloque histórico no está instalado plenamente, pero vamos en la dirección de un ámbito de socialización polÃtica nuevo: la red de medios liberados en manos de una consolidada ciudadanÃa social. El bloque que viene comunica todas las resistencias con todos los nuevos empujes y enviones hacia el futuro. En realidad más que la sÃntesis, habrá una reconversión de las resistencias. Y esa reconversión se traducirá en un movimiento ampliado de democracia y expansión de la ciudadanÃa social. POPULISMO DE POPULUS Y POPULISMO DE PLEBS El populismo de populus lleva a la república y al fascismo. El populismo plebeyo lleva hacia la democracia. El populismo de populus es excluyente. El populismo plebeyo es inclusivo. Juan Manuel de Rosas era un populista de populus. No incluÃa plebeyos. Aparentaba incluir libertos y gauchos, pero no democratizaba, controlaba. Mezclaba, pero no incluÃa. Perón empezó siendo un populista de populus yterminó siendo un populista de plebs. El populista de populus quiere restringir y arrebatar y redistribuir la ciudadanÃa a un pueblo fundante y arstocratizado. El populista plebeyo expande la ciudadanÃa y despliega los caminos para esa expansión. Rosas era un populista de populus. Populus como clase unida, fundante, legitimatoria de su poder como gobernador. Su fundamento antidemocrático está en la frase “ni cuscos ladradores ni peones doctoresâ€. Perón pasó a ser un populista de plebs desde elv terremoto de 1944 o aquizá algo antes. Allà pasó de regresivo a progresivo y heredó el liderazgo del movimiento nacional. La república viene del individuo, del propietario, tiene un orÃgen defensivo. El demos se protege de extranjeros y esclavos y de la gente minuta. El populus, el pueblo de los cabildos, es defensivo. El “pueblo†del treinta se presenta a la defensiva. El sanjuanino Federico Cantoni fue un populista de plebs, un populista plebeyo, pero en el treinta jugó para el populismo de populus, contribuyendo al golpe setembrino. Los setembrinos eran de diferente clase: el populismo de populus militar contra la plebe. Ahà estaban Perón y otros. El republicanismo individualista posesivo y liberal, que podÃa unirse al populismo fascistizante tipo LKugones, pero no era lo mismo. Pero lo que no admitÃa edra el populismo de plebs, presente en todo lo que Hipólito Yrigoyen significaba. Antipersonalistas, socialistas independientes, etc. , eran republicanos opuestos desde el individualismo, desde la libertad individual a los dos populismos. En el treinta, el populismo de Uriburu, pueblo como ejército, como máquina xenofobizante, estaba enfrentado al populus como plebe. ¿Cómo se llamó a la elección de 1928? Plebiscito. Contra ella fue Uriburu, en ese momento ayudado por Perón, entre otros. Conviene preguntarse si la espada de Lugones empieza o no empieza en la guerra gaucha, y qué se entiende por tal… Populus de bien nacidos, eso es lo que reclaman Uriburu y Lugones. No es lo que quiere Cantoni. El viene del populismo de plebs y va hacia la república, en el treinta. República proscriptiva en el paÃs e imposible en San Juan. Por eso termina con uno o dos balazos encima su último dÃa de gobierno. ¿Quién lo balea y aunque sin conseguir eliminarlo lo desplaza para siempre del gobierno? La república proscriptiva que no puede olvidar su orÃgen populista plebeyo, al que tene sin duda alguna. ALFONSÃN Y SUS LÃMITES La corporación rectora del BHEO fueron el Ejército y las fuerzas armadas en general, hasta la derrota de Malvinas. A partir de ahÃ, la corporación rectora fueron los grandes mediosa de comunicación. Desde luego el comando temático estuvo en manos de los medios de Papel Prensa. AlfonsÃn tuvo grandes diferencias con estas fábricas de descontento polÃtico, pero no pudo avanzar mucho. Le faltaba un grupo intelectual de asalto, un comando decodificador. TenÃa periodistas que veÃan la dificultad en el populismo peronista, principalmente en el movimiento obrero. El problema lo veÃan en los paros generales liderados por Saúl Ubaldini, aunque AlfonsÃn habÃa tenido problemas severos con La Nación y diferencias con Arnaldo Musich. La Nación, ClarÃn, y sus aliados internos en el radicalismo trataron de domarlo a AlfonsÃn, y en gran parte lo lograron. Una de las grandes enemigas de AlfonsÃn era Mirta Legrand. Siempre lo decÃa: que la habÃan puesto en una lista negra, que el gobierno radical querÃa proscribirla. AolfonsÃn trataba de zanjar el problema mediante el silencio o alguna galanterÃa. Todo ese aparato mediático jugó a domar a AlfonsÃn. Estimulaba a la oposición liderada por Eduardo Menem y José Luis Manzano, y mantenÃa fluÃda comunicación y “cambio de figuritas figuritasâ€, como entonces se decÃa, con Enrique Coti Nosiglia, un polÃtico hábil, silencioso y de gran manejo en el ámbito de la gente de negocios. Un hombre con mucha destreza transacional. AlfonsÃn sabÃa sobre ClarÃn y La Nación todo lo que sabemos hoy. Pero no podÃa operar porque para él tocar Papel Prensa, hubiese sido tomar La Bastilla. A La Nación la manejan fondo off shore, la familia Saguier (una parte de ésta, y el fantasma de Mitre. Los operadores mediáticos de AlfonsÃn, Pero Sánchez entre ellos, contaban que a los radicales les aterrorizaban los enojos de AlfonsÃn con los medios. El yerno de AlfonsÃn, Alconada Sempé, trataba de limar las aristas conflictivas en lÃnea directa con Eduardo Van derfUERON Kooy. Fueron tiempos muy complicados, porque AlfonsÃn era débil frente a la oposición, los medios, su propio partido y la clase polÃtica que picoteaba el sistema como los buitres. La izquierda jugaba sobre los climas mediáticos:- unos, como J. A. Ramos, querÃan que volviera cualquier peronismo.- otros, como Zamora, querÃa aprovechar el clima gestado por la hÃper, en cuya atrativa coyuntura, el dirigente socialista revolucionario se habÃa transformado en columnista televisivo. La hiper tenÃa una finalidad disciplinatoria. Y los saqueos a supermercados funcionaban creando un clima de inusitada inseguridad para las clases propietarias. Aprovechaba el peronismo de Duhalde y de Ruckauf. Se debilitaba el peronismo renovador que habÃa jugado sus esperanzas a la candidatura presidencial de Antonio Cafiero, gobernador de Buenos Aires. HabÃan varios peronismo renovadores, depende de qué quisieran renovar.- unos, como los de la Revista Unidos, querÃan superar a AlfonsÃn en progresismo, querÃan que el peronismo dejara atrás los tiempos de Herminio Iglesias e Italo Luder.- otros, como José Manuel de la Sota, Olga Riutort, etc. querÃan renovar desde el capitalismo y el sistema. Un populismo que integrara la nueva época privatista- otros, como Menem, se decÃan renovadores a la manera “pragmáticaâ€, logrando la vel éxito a cualquier costo.- Las expresiones “renovación†o “renovador†tenÃan encanto desde los tiempos que AlfonsÃn habÃa hecho la agrupación “Renovación y Cambioâ€.- Los renovadores peronistas aprendÃan el lenguaje radical y lo esgrimÃan en el Congreso, con éxito en muchos casos. AlfonsÃn vivÃa amenazado por el fantasma del golpe de Estado. Eso era lo que él y un gran número de radicales creÃa. En realidad, no habÃa ninguna posibilidad de que pudiera sobevenir un golpe como los que ocurrieron en 1930, 43, 55, 66,0 76. Pero sà hubo huelgas militares encabezados por los militares Rico y SeineldÃn, nacionalistas de derecha ambos. Huelkgas militares, sÃ, muy peligrosas: en Monte Caseros, Escuela de ImfanterÃa, illa Martelli. No hubo golpe porque el ejército habÃa dejado de ser la corporación polÃtica rectora. VenÃa de la derrota de Malvinas y estaba empezando a sufrir la derrota en su gran guerra imaginaria y brutal lanzada contra su propio pueblo. Las huelgas militares eran para que no se avanzara en la investigación del genocidio. Para cortar de cuajo la construcción de la memoria popular sobre lo que habÃa ocurrido. AlfonsÃn avanzó bastante, pero tenÃa un lÃmite: creÃa en la doctrina de los dos demonios. Y eso la inmovilizaba aunque tuviera muy buena voluntad. AlfonsÃn creÃa, primeramente, que los propios instituciones militares iban a juzgar a sus criminales de guerra. Pero olvidaba que los ejércitos se construyen como corporación en base a un enemigo: ese enemigo era la “subversiónâ€, la izquierda, el “trapo rojoâ€, el marxismo, y hasta el liberalismo progresista de AlfonsÃn. Al final, presionado desde adentro de su propio partido, AlfonsÃn impulsó la ley de punto final y, especÃficamente, la de obediencia debida. Con eso calmó las aguas un poco. Pero dio un paso tremendo hacia la derecha y hacia lo que luego fue el indulto menemista. El BHEO lo derrocó mediante lo que se llamó “golpe de mercadoâ€. Fue Julio Ramos, director de Ambito Financiero, quien bautizó asà al amplio y peligrosÃsimo movimiento hiperinflacionario. Mientras tanto, actuando como bulldozers en una demolición, Cavallo y compañÃa hablaban desde el exterior de “un dólar recontraalto. Hubo un peronismo que sirvió al golpe de mercado y lo estimuló. Ese peronismo está hoy en contra del kirchnerismo. ¿Quién lideraba al peronismo en tiempos del gran golpe de mercado? Duhalde, Ruckauf, Menem. La lÃnea llamada hoy “peronismo federalâ€. El aparato antiprogresista que habÃa absorbido la experiencia del peronismo renovador. Y junto a todo esto, la Iglesia con sus reiterados alegatos por la reconciliación NO ES UNA CUESTIÓN ESQUEMÃTICAMENTE ECONÓMICA El paso de un BH a otro, es decir que un BH muera y otro nazca, no significa que sea sinónimo de cambio de sistema. No hay un BH capitalista y un BH socialista, rÃgidamente planteados. Los modos de producción y los bloques históricos son cosas diferentes, Gramsci no intentó construir una mera sinonimia. El BH, agregamos nosotros, tiene que ver con la modalidad existencial, tiene que ver con lo superestructural, y por ello es que insistimos en el paradigma sociocultural. Ha habido diversos bloques históricos con sus hegemonÃas a lo largo y a lo ancho del mundo y la historia dentro de un mismo modo de producción si por tal entendemos capitalismo o esclavismo, por ejemplo. Y también ha ocurrido lo mismo con el socialismo. Es la hegemonÃa en relación con la historia sociocultural. No es una cuestión esquemáticamente económica. CONFLICTO Y COEXISTENCIAEN EL ARCA DE NOÉ El BH es algo asà como un Arca de Noé. Es un ámbito muy hospitalario, con un contenido coherente en diversidad. Es parecido al Arca porque es diluviano y aluvional. Lo diluviano es la crisis sistémica mundial. Lo aluvional es el movimiento generacional. Pero no todo es idÃlico: dentro del BH continúa la lucha de clases, interclases, intraclase. Esa lucha de clases se combina con el antagonismo interbloques. Las especies siguen enfrentándose dentro del Arca, pero comparten un ámbito común. Más aún, comparten un derrotero que los lleva a un lugar histórico nuevo. Comparten, además, una victoria comçun frente a quienes no subieron al Arca, no pudieron arrebatarla, no pudieron destruirla. En el BHEO la lucha de clases existÃa, aunque estuvieran unidas en el antagonismo fundamental. Obreros y burgueses contendÃan incluso violentamente, ferozmente, pero participaban de un espÃritu eurocéntrico compartido y común que los hacÃa ser a ambos antiplebeyopopulistas. En la Semana Trágica se enfrentaban los obreros contra la patronal. HabÃa represión legal e ilegal, principalmente esta última. Pero obreros y burgueses eran antiyrigoyenistas en la medida en que eran antiplebeyos. Lo plebeyo y lo obrero tienen diferencias: al extremo que hay una cierta lucha de clases entre ellos. Depende de muchas cosas:- OrÃgen etnocultural.- Tipos diferentes de movilidad social.- Tipos diferentes de referencialidad polÃtica. Plebeyos y obreros viven en los conventillos. Contra el Régimen están juntos. Cuando llega Yrigoyen se separan. Con Yrigoyen el plebeyaje logra corporizar una etapa de su identidad polÃtica. Además, el plebeyaje – o populacho, dirán por ahà – viene a una formación caudillesca, viene a la tradición de los caudillos. Viene a una formación nativa, autóctona. Mientras que el obrero y la tradición obrera viene a una formación o socialización polÃtica centrÃfuga, excéntrica. Es distinto aquà que en los Estados Unidos. Aquà casi no hubo ghetización. El valor de lo familiar no fue tan intenso. Hubo mayor posibilidad de mutualización. La sindicalización y no pocas luchas en común produjeron un intercambio – además de lucha – entre obreros y plebeyaje. En el caso del yrigoyenismo hubo más lucha que intercambio. En el caso del cantonismo – por citar un ejemplo del Interior – hubo más intercambio que lucha, porque en el cantonismo originario, obrerismo era plebeyismo y hasta el caudillo era gringo, pero esta era una caracterÃstica garibaldina de la que eran portadores los hermanos Cantoni. En Estados Unidos la ética protestante producÃa gueto, aquà la ética católica producÃa integración pero bajo la forma del caudillismo, como sostenÃa Leopoldo Allub. El caudillismo no era sólo el sindicato del gaucho, como dice Jauretche, era también la estructura que garantizaba la relación Estado-Sociedad Civil y la gran masa necesitada de protección social. Esa masa era el plebeyaje. Una parte del plebeyaje, o populacho de los caudillos, o protegido por los caudillos, el populacho también protegÃa al caudillo, se volvÃa obrero, en diferentes tipos de actividades. Se mezclaba en el lugar de trabajo o en lugar de habitación con el obrero inmigrante. Mezclaba las formas de comunicación. Los dialectos europeos servÃan para la formación del lunfardo. Hubo propuestas culturales integradoras, una de ellas fue el tango. La integración más fuerte no la podÃa manejar el yrigoyenismo, porque tenÃa una débil comprensión de lo que podÃa significar una clase todavÃa extranjera en gran parte, aunque débilmente guetizada. Finalmente, fue el peronismo el que sintetizó el plebeyaje o populacho con una parte muy grande de la clase obrera. Pero es que a esa altura, esa clase obrera era hija de una parte del populismo plebeyo proviniendo de los diversos y plurales nâ€interiores†del paÃs. EL KIRCHNERISMO:LO QUE LO OBLIGA A IR HACIA DELANTE El kirchnerismo tiene dos posiciones irreconciliables: no retrocederá frente al militarismo ni frente a la Iglesia. Esas regresividades y reacciones están en el dUhaldismo, que es tÃpicamente una de las formas con que aparece el BHEO, pero aportándole a este consensos que mantengan orden público con vigencia de un esquema de Estado y sociedad que no promueva grandes cambios ni afecte grandes intereses. El BHEO sabe que si el kirchnerismo no regresa, ni reconcilia con la Iglesia y el militarismo, pues entonces va hacia el desarrollo de cambios muy serios y muy intensos- A largas o a cortas, el kirchnerismo tendrá que desarrollar un nuevo tipo de fuerza militar, combinándola o repensándola a escala continental, a escala del sur. Y eso, a la vez, combinado con una nueva Iglesia, con fundamento en Latinoamérica, con centralidad indoafrolatinoamericana. Roma es una sucursal del Eje Nueva York – Londres – Jerusalem. Necesitamos que en la transformación latinoamericana en que estamos, la teologÃa de la liberación promueva un cisma con Roma, más aún, que abjure de Roma. La batalla ahora es un Nuevo Sur, que emerja con centralidad propia. Eso será un conflicto muy fuerte, y hay que estar preparados para eso a escala continental.
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