Las elecciones llamadas para renovar la Comisión Directiva de ADICUS, que se realizaron el 17 de noviembre pasado, comenzaron siendo una simple elección de autoridad, pero poco a poco, se fueron transformando en una disputa feroz y campo de definiciones políticas más allá de una elección gremial, como pocas veces se ha visto en la UNSJ. Dos meses atrás, nada hacía prever, ni había conciencia en los integrantes de la Lista Bordó de la disputa que se produciría.
La Comisión Directiva, encabezada por Raúl Furlán, había realizado una buena gestión, una buena labor sindical, como abogados de los trabajadores docentes de la UNSJ. Con deficiencias, desde ya (como el mismo Furlán reconoce en el reportaje realizado por mi publicado en PP 661), como el tema de los interinos y reemplazantes que llevan muchísimos años de inestabilidad, nuevas afiliaciones al gremio, romper con la tendencia a la pasividad, influida principalmente por una composición etaria de más de 57 años de media (poca juventud docente), una fuerte concepción de lo gremial como mutualismo libros, subsidios para guarderías, etc. labores que debería haber resuelto la patronal (la UNSJ) y el gobierno, con libros y guarderías gratis para todos los docentes.
No estoy en contra de la prestación de servicios y, ha sido justo que, ante la ausencia de soluciones por parte de las autoridades, que ADICUS se hiciera cargo de estas labores, como una forma de mantener las afiliaciones, en tiempos donde toda ayuda es buena para los afiliados con poca dedicación y bajos salarios. Pero un sindicato debe ser, principalmente, abogado defensor tanto de los trabajadores activos, como de los pasivos. En este sentido treinta años de neoliberalismo y la sistemática traición sindical ha llevado a un conjunto importante de afiliados a acercarse al gremio por lo que el gremio le ofrece en cuanto servicios. Pero la realidad es que los aumentos y la mejora de las condiciones laborales se consiguen con la lucha, y estos aumentos y mejoras en las condiciones laborales benefician tanto a aquellos que son afiliados como a los que no lo son. Esa es una realidad, los aumentos de salarios los han recibido todos, los que están a favor de la actividad sindical como los que han estado siempre en contra. Luchan 700 afiliados y reciben los beneficios 2000 docentes, y de esos 2000 nadie agradece lo alcanzado con su afiliación, esté o no de acuerdo con la conducción.
Así, la forma dominante de sindicalismo que se ha introducido en los últimos 30 años, ha dado como resultado que la mayor parte de los sindicatos sean cascaras vacías en cuanto a representación de los trabajadores. Se han transformado enteramente en mutuales, en empresas prestadoras de servicios de salud (obra social y farmacia), recreación, patrocinan equipos de ciclismo, de futbol, voleibol, etc. Servicios todos que debería brindar el Estado, los brindan hoy los gremios y mal dados. Un ejemplo claro es la Obra Social de la Provincia, que el Estado mantiene intervenida, donde son los empleados estatales los que pagan lo que el Estado no da. De ese modo la salud pública se ha visto reducida a los hospitales públicos como una atención caritativa hacia los más pobres. La perdida de la obra social, por parte de los estatales provinciales, les ha llevado a la organización del co-seguro, por ejemplo. Todas estas actividades, les han llevado a perder de vista lo fundamental de la actividad sindical defender el salario frente a la inflación, condiciones laborales, etc.
Un modelo sindical diferente
En este contexto de retroceso, ADICUS ha realizado una gran labor desde el punto de vista sindical ha conseguido aumentos salariales por más del 200%; el blanqueo de las sumas en negro, el 82-85% móvil en la jubilaciones, etc. logros alcanzados dentro de un marco nacional donde el gobierno ha trabajado activamente para dividir a los docentes universitarios entre una CONADU adicta y la CONADU Histórica combativa.
La principal virtud de ADICUS ha sido mantener como línea estratégica, dentro de la CONADU-H, no alinearse ni con Menem, ni con Duhalde, ni con N. Kirchner, ni con Cristina Fernández. Se ha mantenido en la defensa estricta de los intereses de los trabajadores universitarios y ha obtenido logros muy importantes. Logros que el kirchnerismo, dando vuelta el discurso, quiere mostrar como concesiones de su gobierno. Ningún gobierno nos ha dado graciosamente nada, lo hemos logrado con la lucha. Un caso demostrativo de este juego de montarse sobre logros ajenos, fueron las declaraciones del entonces Ministro Filmus, diciendo que la gestión K. era el gobierno que más había aumentado el presupuesto universitario. Como bien dijo R. Furlán, casi el 100% del presupuesto es aumento de masa salarial y producto de la lucha docente. El gobierno no ha aumentado en NADA el presupuesto de las universidades. Ha continuado al pié de la letra lo fundamental de la administración Menem.
En ese marco, aunque con limitaciones, ADICUS ha sabido mantener lo esencial de una línea fundamentalmente sindical y no ha convertido ADICUS en una mutual. Así, como producto de una administración impecable, ha destinado excedentes a préstamos y subsidios que otras organizaciones para-universitarias no cubren.
Apertura a la sociedad
En otro aspecto, ha cumplido una importantísima función de amparo social y político a organizaciones y fuerzas sociales que no tienen la posibilidad de un ámbito de discusión y que han encontrado en ADICUS la protección para reunirse y expresar sus ideas. ADICUS ha sido también para ellos un amplificador y una usina para la elaboración de ideas alternativas sobre lo que queremos que sea San Juan, la vida de los sanjuaninos. ADICUS, a diferencia de otras organizaciones sociales, es un organismo donde se ha podido expresar todo tipo de ideas sin ningún tipo de discriminación ideológica, sea cual fuere el gobierno que estuviese. Recordemos que por apoyar activamente las marchas por el “que se vayan todos”, el intendente Avelín Nollens nos cubrió de basura la puerta de entrada al gremio. O sea, nunca hemos actuado en contra de un gobierno en particular sino a favor de la defensa y apoyo a los docentes.
El rol de la oposición
Con estos antecedentes, éramos conscientes de que en la comunidad universitaria no había un grupo de docentes organizados que lo pudiera hacer mejor, que lo que ha hecho Furlan y los que le han acompañado en la Comisión Directiva a lo largo de toda su gestión. Pero sí hubo gente, dentro de esa gestión, que nunca alzó la voz para hacer una crítica ni decir “esto no lo debemos hacer” o “lo debemos hacer distinto”. Gente como el candidato de la Lista Verde, el Lic. Mario Ruffa, como Víctor Hugo Castro, Víctor Hugo Montaño. Docentes que han sido parte de la gestión en varios momentos y nunca propusieron algo distinto. Por eso podemos decir que, en estas elecciones, a ellos no los unía algo positivo, un ideario político-universitario, sino el resentimiento, utopías destructivas, personalismos, despechos, la ambición, etc. a tal punto que se vieron obligados a improvisar un programa sobre la marcha, cuando no a copiar las propuestas de la Lista Bordó y lo realizado por la gestión Furlán. Es decir, lo que se perfilaba a través de la Lista Verde como oposición no era superador a lo de Furlán y la actual Comisión Directiva.
Pero, este grupo tan poco articulado como propuesta sindical renovadora, fue usado políticamente por otros que solos no se atreven a sacar la cara. Estamos hablando de personajes y organizaciones políticas autodenominadas “progresistas” y, también de las otras; de un falso progresismo que siempre se muestra a la izquierda de las autoridades de turno, pero que en los hechos han sido los más disciplinados colaboradores en el cumplimiento del proyecto menemista de Universidad. Sectores que han agitado la propaganda de que detrás de Furlán, en ADICUS, hay organizaciones políticas malévolas, pérfidas, pero sin hacer nunca una crítica abierta y franca, con nombre y apellido. Nadie puede decir que ADICUS sea del partido de izquierda tal o cual. La C.D. de Furlán nunca se ha propuesto eso, porque convengamos que se puede hacer política desde un gremio, pero no se puede hacer partidismo. Si eso se hubiera hecho hubiéramos partido a ADICUS en pedazos hace mucho tiempo.
La realidad que nadie puede negar, es que el propio devenir de la lucha social ha ido uniendo a todos aquellos que, relegando en parte su vida académica, se jugaron por la defensa de una Universidad y una sociedad mejor. Es decir, como un cauce, ADICUS se nutre de las más diversas vertientes de la lucha social.
Repito que, dos meses atrás, la evaluación de la C.D. de ADICUS y de otras personas, entre las que me incluyo, preveían unas elecciones tranquilas. Con cierta ingenuidad, no tuvimos en cuenta el marco político nacional en el que se desarrollaron. Entonces se pensaron las elecciones fuera del enfrentamiento al todo o nada que ha impuesto la administración K en la política nacional campo o ciudad; presupuesto sin cambios o nada, incondicionales o enemigos, etc. Esto no lo teníamos en cuenta como contexto de análisis. Los enemigos del gremio si lo habían tomado en cuenta.
Potenció toda esta situación la muerte de Néstor Kirchner, permitiendo aglutinar en un polo a todos aquellos que ven en ADICUS una fuerza social, política y gremial “enemiga” del gobierno nacional y provincial y de sus propios intereses. Una fuerza capaz de actuar como fermento de un movimiento que saque del estatus quo a la UNSJ. Esta coyuntura era una condición propicia para intentar un cambio de rumbo a la derecha en la dirección de ADICUS. Este falso progresismo, sin dar la cara, trabajo decididamente para potenciar el voto de la Lista Verde. Todo esto no se hizo evidente sino hasta días antes, cuando permitieron el uso de Radio Universidad para difamar a la C.D. de ADICUS como corrupta, o la poca seriedad “teórica” de Víctor Hugo Montaño delirando acerca de un supuesto “maoísmo euro centrista” y oponiendo otro supuesto pos modernismo “local”, usando palabras exóticas que nadie entiende, etc.
Nosotros, que esperábamos una disputa política honesta acerca de cómo transformar a ADICUS en el mejor abogado de los interese de los docentes, del modelo sindical y de universidad, nos encontramos con que el centro de las críticas era que el gremio no resolvía los problemas de debía resolver Kuchen y la Universidad en general. Que no dábamos solución a problemas que debían resolver los Consejos Directivos o el Superior, etc. De este modo tensaron la contradicción por lo ideológico, llegando al macartismo abierto y encubierto, apareciendo todos los renegados de los setenta, que hoy se aferran al mal menor, a lo posible. También confluyeron numerosos personajes ligados públicamente a la minería a cielo abierto, como Celso Acosta. Todos se unieron, por “izquierda” o por derecha, con la consigna de cambiar una conducción que la perciben como un escollo para los intereses del kirchnerismo y del giogismo.
Intromisión de las autoridades de la UNSJ
Otro elemento que contribuyó a despertarnos del candor fue la constancia de una verdadera avalancha de llamadas a través de los teléfonos de Rectorado, usados para presionar a los afiliados a votar por la Lista Verde. También se coaligaron los decanos. Desde las Facultades de Ciencias Exactas (Bloch), y Arquitectura se mandó a votar contra “esta administración corrupta”. En Ciencias Sociales, Cocca “raspaba la olla” buscando votos para la Lista Verde, y en Filosofía, Landini, también hizo lo suyo. Tenemos las pruebas de los teléfonos del Rectorado en los celulares y del uso de argumentos infames contra la Lista Bordó, impropios de esto que se supone una “casa de altos estudios”, de la “inteligencia social” que aparentemente representa la UNSJ.
Las acusaciones de corrupción no se sostienen en lo más mínimo, ya que fue Mario Ruffa el que controló la Comisión de Préstamos y quién nombró a los dos contadores que hoy tiene ADICUS. Si hubo corrupción ocurrió en sus narices o con la anuencia de Ruffa. Ese mismo Ruffa fue beneficiado con subsidios para operarse y viajes por salud.
Otra muletilla fue el largo tiempo que lleva Furlán al frente de ADICUS. Esto es de nuevo mezclar las cosas para confundir a la gente. Si los dirigentes son buenos, los docentes los reeligen. Nuestra organización no es la CGT o la CTA, donde los que la controlan no saben más que poner escollos a cualquier forma de oposición, caso Yasky y Moyano, ambos aliados del Gobierno Nacional.
Todo esto ha demostrado la poca calidad intelectual, ética y sindical de las cabezas de la Lista Verde para endilgar a ADICUS aquello de lo que ellos eran directos responsables, para inventar calumnias y absurdas teorías sobre la Universidad, como si el común de los docentes fuéramos tontos. En esas condiciones, por el valor moral de los candidatos de la Lista Verde, solos era posible que sacaran no más de 50 votos en toda la UNSJ.
Pero, como dijéramos antes, de ellos se aprovecharon fuerzas ocultas, utilizando el miedo de la gente y el luto frente a la muerte de Néstor Kirchner, endilgaron al gremio una intención desestabilizadora y golpista del gobierno. De los 150 votos que sacaron, el mayor porcentaje son de estos personajes emboscados y otros tantos inducidos o presionados por las autoridades y por una propaganda falaz.
Triunfo de una línea correcta
Todo esto nos hace balancear las elecciones como un gran triunfo de la Lista Bordó, que mantiene en ADICUS una conducción excelente, una conducción que ha sabido luchar por lo que se debe luchar desde el gremio, más allá de los errores, por mejores condiciones laborales, salariales, que ha estado al frente de la denuncia de los distintos gobiernos y sus políticas universitarias, etc. Recordemos de nuestra participación contra la Ley López Murphy y Cavallo, con todas las universidades y con el propio Rector Platero.
Al gremio no se lo puede tachar de golpista, “euro centrista” maoísta y otras barbaridades manipuladas por “intelectuales” perversos que algún día tendrán que explicar su eterno servilismo a las autoridades de turno.
A ADICUS puede haberle faltado resolver un número de cosas, puede que falte una mayor comprensión de los problemas profundos de la Universidad, es cuestión de hacernos cargo y movilizar propuestas. La efectivización de los interinos y reemplazantes que llevan muchos años en esa situación es uno de esos problemas urgentes no solucionados. Aunque por Estatuto (aprobado en 1996), la situación de los interinos debería haberla resuelto la autoridad universitaria, con fecha límite en el año 2000. Ese es un motivo de lucha gremial que deberá encarar urgentemente ADICUS. Pero hay que decir también que la Universidad y los Consejeros Superiores han incumplido flagrantemente el Estatuto Universitario. Entonces la factura no la puede pagar ADICUS ni los docentes con concursos abiertos y la posibilidad de que queden en la calle.
Es posible que, en una elección “normal”, hubiesen votado menos docentes, pero al encolumnarse todas estas fuerzas anti gremio, el “progresismo” universitario y el papel jugado por las autoridades, intimidando; se dio forma a una disputa feroz por la dirección de ADICUS que no esperábamos. De esta disputa ha salido claramente fortalecida la Comisión Directiva encabezada por Raúl Furlán. Los docentes que luchan y que defienden una UNSJ pública, deben sentirse orgullosos. No es casualidad que los sectores más vulnerables de la Universidad son los que más han apoyado a la Lista Bordó, como los docentes de los colegios, los músicos, el coro, etc.
Estas elecciones nos deja también otra enseñanza que los docentes en general aprecian el hecho de dar la cara, de exponerse públicamente en la confrontación de ideas sobre la Universidad y su inserción en nuestra querida provincia. Todo esto ha estado ausente desde la Lista Verde, su presencia en las elecciones no ha enriquecido el ideario universitario en ningún aspecto. La Universidad no la construirán nunca los emboscados en las sombras del anonimato, los difamadores, los “progresistas” eternos funcionarios de todos los rectores cualesquiera que sea su color político. La Universidad se construye en la lucha franca y abierta de ideas.